Ourense homenajeó a José Paz, el maestro enamorado del cine y apasionado por Rabindranath Tagore

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Los hijos y la mujer de José Paz recogieron el título y la medalla de manos del presidente de la Diputación, José Manuel Baltar
Los hijos y la mujer de José Paz recogieron el título y la medalla de manos del presidente de la Diputación, José Manuel Baltar MIGUEL VILLAR

La Diputación colaborará para que el fondo documental que acumuló el docente ourensano sobre el filósofo y Premio Nobel de Literatura indio sirvan para crear un centro de investigación

16 ene 2023 . Actualizado a las 12:30 h.

El salón de plenos de la Diputación acogió este viernes el acto solemne de imposición de la Medalla de Oro de la Provincia de Ourense al profesor José Paz, nacido en 1948 en la localidad de A Corna, en el municipio de Piñor y fallecido el 23 de abril del 2021 en Vigo. Su esposa y sus tres hijos recibieron el reconocimiento a un hombre con una actividad tan prolífica como variada y que supo poner pasión en todo lo que hizo. Así quedó patente en el laudatorio del homenaje póstumo que preparó el catedrático de la Universidad de Vigo y profesor en el campus ourensano Iván Area, que además de compañero en la docencia es amigo de la familia. «Era un galeguista universal e enciclopédico, un herdeiro da xeración Nós», afirmó al inicio de la intervención en la que repasó desde su faceta como docente a su labor como pedagogo en el fomento de la educación no formal, su pasión por el cine, su trabajo en favor del movimiento cineclubista en Galicia y su compromiso con la lengua gallega en su faceta más reintegracionista del lusismo. Repasó su profundo amor a la cultura tradicional ourensana, gallega y portuguesa, pero también hacia la figura de de Rabindranath Tagore, el filósofo y escritor que recibió el Nobel de Literatura en 1913. José Paz viajó durante años a la India y acumuló un extenso fondo documental y bibliográfico sobre el autor bengalí.

Precisamente ayer el presidente de la Diputación ourensana desveló que la institución trabajará para que se materialice uno de sus últimos deseos: que ese material no se pierda y se quede en Ourense para crear un centro de investigación y lugar de estudio sobre Tagore, del que este docente ourensano llegó a ser el mayor especialista hispánico. «Quero renovar diante da familia e de todos vostedes o compromiso de traballar para contribuir á rede de centros Tagore espallados polo mundo, asumir o seu desexo e facelo realidade porque será a mellor homenaxe que podamos facerlle a quen tanto deu sen pedir nada a cambio», dijo José Manuel Baltar, que desveló que de ese deseo y de la preocupación por el futuro de su extensa biblioteca (de más de 30.000 volúmenes) hablaron él y José Paz en una entrevista que mantuvieron pocos meses antes de su fallecimiento. «Naquela reunión seguín descubrindo no profesor a un ser excepcional, honesto e cheo de bondade, que contaxiaba ilusión a pesar da enfermidade», dijo. «Foi un pedagogo que fixo da súa vocación unha arte. Sabía moi ben, dende os seus comenzos como mestre, na década dos 60 do pasado século, que a educación é un alimento fundamental para o xénero humano si se imparte con entrega e amor», añadió Baltar en su recordatorio al homenajeado, al que calificó como trabajador infatigable.

David Paz, uno de los hijos del homenajeado, dedicó unas palabras al auditorio reunido para la cita, en el que había una amplia representación del sector educativo y cultural de la ciudad. Entre los asistentes estaba la vicerrectora del campus, Elena Rivo, así como el anterior galardonado con esta medalla de la provincia, Isaac Alonso Estraviz, quien fue también amigo de José Paz.

En el discurso del hijo del homenajeado hubo palabras de agradecimiento a todas las personas que impulsaron este reconocimiento y a los que mostraron su adhesión en el expediente de concesión de la medalla, algo que definió como «un acto de xustiza». También habló de pena. «Resulta imposible ocultar esa sensación de que o que tiña que estar aquí falándovos e recollendo a medalla tiña que ser meu pai, e esa ausencia aínda é dolorosa porque nos toca moi de cerca», apuntó con voz entrecortada por la emoción. La tercera idea que quiso dejar patente la familia a través de esa intervención fue la del sentimiento de haber tenido suerte. «Gustaríame que as miñas palabras servisen para deixar nos vosos beizos un sabor de considerarse afortunados. Todas as persoas que convivimos con el, que dun xeito ou outro compartimos proxectos, actividades, soños... podémonos sentir afortunados de ter vivido esa experiencia», dijo David Paz. «E tamén, con todo o respecto e honestamente, creo que a provincia foi afortunada de poder contar con unha persoa coma el durante tanto tempo, unha persoa tan activa», añadió.